Por años la publicidad ha posicionado la leche de vaca como ese alimento “indispensable” para el calcio, el desarrollo de los niños, la salud de los huesos y más.
Hoy día, la realidad de la leche de vaca se posiciona entre los alimentos menos favorables para el consumo humano por su alto potencial de inflamación en el cuerpo y acidificación de la sangre, entre otros efectos adversos.
Por: Aixa Rodriguez, Sisu Milks
El mundo está en constante evolución. En los últimos años la humanidad se ha movido hacia una concientización sobre la alimentación “plant based”. Este tipo de alimentación ha ganado mucha popularidad. Siendo recomendada por expertos para prevenir y tratar enfermedades cardiovasculares, se le adjudica tener propiedades antiinflamatorias, entre muchos otros beneficios. Además de esto la misma permite una relación más respetuosa con nuestro entorno.
Es de conocimiento público los costos ambientales ligados a la producción de carnes, huevos y productos lácteos. Con toda la modernización. cada vez son más los ingredientes nocivos a la salud que son agregados a los productos procesados. Productos que ha resultado ser de mucha conveniencia para el estilo de vida agilizado que lleva la sociedad.
No obstante, estos ingredientes han causado que una gran parte de la población sea intolerante a un sin número de alimentos. Uno de ellos es la leche de vaca. Más del 60% de la población es intolerante a la lactosa. Por años, ésta ha sido reconocida como necesaria en infantes y adultos para tener huesos fuertes y saludables. Sin embargo, una diversidad de estudios han demostrado lo contrario. Un estudio realizado en Harvard siguió a 72,000 mujeres durante dos décadas y no encontró ninguna evidencia que demostrara que la leche de vaca podría prevenir fractura de huesos u osteoporosis. Es por estas razones que se ha popularizado la leche vegetal, ofreciendo una alternativa a las personas intolerantes a los lácteos o que simplemente han decidido respetar a la madre naturaleza.
Las leches vegetales son bebidas no lácteas elaboradas a base de agua y de ingredientes vegetales (frutos secos, cereales, legumbres y otras semillas). Existe hoy día una gran variedad entre ellas, y de las más populares, están la de coco y de almendras. Mas no se limita a estos dos, también podemos encontrar leches vegetales de otras nueces como la macadamia, avellana, pecanas entre muchas otras.
Sin embargo estas leches comerciales pueden estar llenas de aditivos y preservativos muy nocivos a la salud. Por ejemplo “xanthan gum” y “guar gum”. Estas gomas son agregadas a las leches vegetales comerciales como agentes espesores. Las mismas pueden ser muy disruptivas en el intestino humano. Es por esta razón que se deben preparar estas leches en el hogar. Solo así se puede controlar la procedencia de los ingredientes utilizados. Estas leches tienen un sin número de beneficios a la salud. Por mencionar un ejemplo: la leche de coco provee eléctrolitos, ayuda a la digestión, ayuda a prevenir la inflamación de articulaciones, previene la fatiga, regula los niveles de azúcar, entre otros.
Aixa M. Rodríguez es graduada Suma Cum Laude de un Bachillerato en Educación de la Universidad de Puerto Rico. También está certificada como Level I Crossfit Trainer. Actualmente se dedica a preparar leches vegetales de una forma artesanal. Cree firmemente en la importancia de llevar productos frescos a la mesa. Su proyecto Sisu Milks surgió hace unos meses cuando fue diagnosticada con una condición llamada "leaky gut". En la búsqueda de su salud plena surgió la idea de su proyecto Sisu Milks, donde sanado a otros se ayuda a sanar a si misma. Sus plataformas sociales son Sisu Milks en Facebook y Sisu_milks en Instagram.
Foto: Adamaris Aponte, Photocabinet